Luego de la celebración en el COMPEN, salimos rumbo a Punta Espinillo a continuar con las visitas.
Algunas de ellas se frustraron por no encontrarse los dueños de casa.
En las que pudimos visitar, percibimos apertura para charlar, sobre todo recordando la época de "gloria" de la capilla.
La comunidad muestra necesidad de una presencia más estable en la capilla; épocas de abandono relacionan a la capilla con un lugar sin vida. Sin lugar a dudas, es un desafío pensar cómo lograr esa presencia que la comunidad solicita, pero se está reflexionando al respecto.
Al terminar las visitas participamos de una celebración de la Palabra en torno a la luz.
En el contexto de la misión fue un momento para pensar y rezar sobre el llamado a ser luz para los demás. Se vivió un clima de oración muy fuerte.
Para finalizar compartimos una merienda para celebrar la posibilidad de encontrarnos.
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