Compartimos un punteo sobre las primeras impresiones de los seminaristas sobre esta segunda etapa de misión:
- Ésta es una oportunidad para conocernos más, una experiencia gratificante y constructiva; un momento de crecimiento, de mucho aprendizaje.
- Destacamos el compañerismo que se da entre nosotros; da confianza ir de a dos, ya que, nos complementamos, y es bueno tener visiones distintas sobre una misma visita.
- Está mejor que el año pasado, es más intensa y desafiante por el trato con la gente, nos enfrentamos a mil situaciones y no tenemos respuesta para ninguna, entonces sólo queda entregarse en manos de Dios y dejar que Él hable.
- Ésta es una misión donde importa la calidad, no la cantidad.
- El saber previamente qué familia vamos a visitar nos permite rezar el encuentro con anterioridad, y tener todo el corazón puesto en eso.
- "Qué grande es Dios que nos regala esta experiencia".
- Nos ayuda a proyectar nuestra vocación en el futuro.
- Siento que nuestro grupo se fortaleció y maduró, no respondemos al "deber" sino al "ser", y "tiramos todos del mismo carro".
- Es muy rico compartir las experiencias del día.
- Ésta es la obra de Él.
- Es muy rico encontrarte con la gente y te confíen su experiencia, que es su tesoro, lo cual requiere de nosotros responsabilidad y ternura.
- Se siente una fuerte presencia de Dios en esta misión, se produce un encuentro verdadero entre personas. A través de nosotros las personas perciben esa cercanía de Dios.
- Se destaca la necesidad que muestran las personas de encontrarse y ser escuchadas.
- Da mucha satisfacción sentir que estamos sirviendo al Señor en esta misión. Éste es un proceso en el que creo que crecimos en confianza en Dios; estamos muy puestos en las manos de Dios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario