En la noche del jueves realizamos un homenaje en memoria a los Padres Eduardo Minelli y "Pepe" Bonifacino, fallecidos en el lapso de un año.
Nos acompañaron, además del Párroco Luis Fariello, los padres Adolfo Amexeiras, Adolfo Chapper, Bernardo Techera, Daniel Kerber y Richard Arce, el obispo auxiliar de Montevideo, Mons. Milton Tróccoli, y Fernando Ordóñez, profesor de la UCUDAL, el CLAEH y los hermanos Maristas.
Juntos compartimos un momento de oración y escuchamos los testimonios sobre la vida de Eduardo y Pepe.
Fue un encuentro muy emotivo, que a nosotros, los seminaristas, en particular, nos alentó a seguir respondiendo al llamado que el Señor nos regaló.
Algunos de los testimonios sobre el Padre Minelli fueron:
-"Fue importante en mi vida y en la de muchos; yo quería ser como él;
- muy compañero, como un padre;
- de los primeros que se acercaron a nosotros en un tiempo muy difícil, como lo fue la dictadura;
- muy fraterno, franco, entregado.
- muy generoso, dejaba bañar gente de la calle en su baño;
- sintió el dolor de no poder ordenarse en su diócesis y de ser destituido como maestro por el régimen militar;
- logró en Pompeya, entrar en la gente, en un barrio muy marcado por el P. Tuccilo;
- un testimonio muy fuerte de hermandad, se pasó haciendo muchos amigos".
Con respecto al Padre Bonifacino se destacó:
- "Auténtico, sincero, lógico, pero sabía decir las cosas sin herir, iba al meollo del asunto.
- nos regaló un lindo recuerdo y testimonio, pero también la pena que nos dejara tan pronto.
- siempre igual: ya a los catorce años le preocupaba la comunidad, la fraternidad, y creo que es lo que siempre quiso hacer; siempre empujar, llevar adelante con una voluntad muy fuerte y decidida.
- fue feliz sirviendo , feliz en el ministerio.
- compartimos el ir dando los primeros pasos en una época difícil, la del Golpe de Estado, donde tenías que medir qué decir y qué no.
- muy cercano, buscar juntos, compartir cosas, acompañarse en el ministerio.
- nunca se aisló, siempre buscó de distintas formas la manera de estar con otros.
- un testimonio de amor a la Iglesia; podría haber sido una persona muy "exitosa" en el "mundo", pero hizo la opción de dejarlo todo, abrazó la pobreza y la austeridad, igual que Eduardo.
- hablaba con una libertad admirable.
- te aceptaba fueras como fueras.
- siempre miraba a los ojos.
- era generoso e integrador.
Nuestro párroco Luis nos da su testimonio:
"Era una oportunidad que nos debíamos como presbiterio, en un ámbito fraterno y distendido poder compartir nuestras experiencias de vida junto a estos hermanos tan queridos para todos, y a manera de homenaje retomar anécdotas de antes y de ahora, algunas más "solemnes" y otras más cotidianas, y de ese modo continuar una tradición de sentir el orgullo de ser miembros del presbiterio de esta Iglesia de Montevideo, que hoy mira esperanzada a estos seminaristas que nos acompañan y se van integrando de a poco a ella. En lo personal lo viví con mucha intensidad y emoción".
Nos acompañaron, además del Párroco Luis Fariello, los padres Adolfo Amexeiras, Adolfo Chapper, Bernardo Techera, Daniel Kerber y Richard Arce, el obispo auxiliar de Montevideo, Mons. Milton Tróccoli, y Fernando Ordóñez, profesor de la UCUDAL, el CLAEH y los hermanos Maristas.
Juntos compartimos un momento de oración y escuchamos los testimonios sobre la vida de Eduardo y Pepe.
Fue un encuentro muy emotivo, que a nosotros, los seminaristas, en particular, nos alentó a seguir respondiendo al llamado que el Señor nos regaló.
Algunos de los testimonios sobre el Padre Minelli fueron:
-"Fue importante en mi vida y en la de muchos; yo quería ser como él;
- muy compañero, como un padre;
- de los primeros que se acercaron a nosotros en un tiempo muy difícil, como lo fue la dictadura;
- muy fraterno, franco, entregado.
- muy generoso, dejaba bañar gente de la calle en su baño;
- sintió el dolor de no poder ordenarse en su diócesis y de ser destituido como maestro por el régimen militar;
- logró en Pompeya, entrar en la gente, en un barrio muy marcado por el P. Tuccilo;
- un testimonio muy fuerte de hermandad, se pasó haciendo muchos amigos".
Con respecto al Padre Bonifacino se destacó:
- "Auténtico, sincero, lógico, pero sabía decir las cosas sin herir, iba al meollo del asunto.
- nos regaló un lindo recuerdo y testimonio, pero también la pena que nos dejara tan pronto.
- siempre igual: ya a los catorce años le preocupaba la comunidad, la fraternidad, y creo que es lo que siempre quiso hacer; siempre empujar, llevar adelante con una voluntad muy fuerte y decidida.
- fue feliz sirviendo , feliz en el ministerio.
- compartimos el ir dando los primeros pasos en una época difícil, la del Golpe de Estado, donde tenías que medir qué decir y qué no.
- muy cercano, buscar juntos, compartir cosas, acompañarse en el ministerio.
- nunca se aisló, siempre buscó de distintas formas la manera de estar con otros.
- un testimonio de amor a la Iglesia; podría haber sido una persona muy "exitosa" en el "mundo", pero hizo la opción de dejarlo todo, abrazó la pobreza y la austeridad, igual que Eduardo.
- hablaba con una libertad admirable.
- te aceptaba fueras como fueras.
- siempre miraba a los ojos.
- era generoso e integrador.
Nuestro párroco Luis nos da su testimonio:
"Era una oportunidad que nos debíamos como presbiterio, en un ámbito fraterno y distendido poder compartir nuestras experiencias de vida junto a estos hermanos tan queridos para todos, y a manera de homenaje retomar anécdotas de antes y de ahora, algunas más "solemnes" y otras más cotidianas, y de ese modo continuar una tradición de sentir el orgullo de ser miembros del presbiterio de esta Iglesia de Montevideo, que hoy mira esperanzada a estos seminaristas que nos acompañan y se van integrando de a poco a ella. En lo personal lo viví con mucha intensidad y emoción".
Fue una celebración muy emotiva. Sin lugar a dudas que "Pepe" y Eduardo nos acompañaron. Los testimonios de los sacerdotes que nos acompañaron nos ayudaron a entusiasmarnos aún más con el llamado que el Señor nos regaló, y a Él le pedimos que podamos anunciarlo con nuestra vida, como lo hicieron Pepe, Eduardo y tantos otros.
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