Querida hermana y amiga del alma. Fuiste un Ángel que pasaste por nuestra vida dejando una huella imborrable. Estarás siempre presente en nuestra Comunidad. Estamos muy agradecidos por tu vida y tu servicio compartido. Dios te de el premio a las servidoras buenas y fieles, y nos reencontraremos contigo en el Cielo.